“A mi no me manda nadie,
de mi persona soy dueño
y si no les rindo cuentas
será porque no las tengo.”
(Anónimo)
De sí mismo es soberano
el que hace su voluntad
y usa de la libertad
que dio Dios al ser humano.
Tiene la rienda en su mano
para poder decidir
qué camino ha de seguir,
si da marcha atrás o avanza;
no está obligado a fïanza
ni a cuenta alguna a rendir.[/size]