Del cielo me parece estar más cerca
al ver que tu mirar me dirigiste
y aunque ni una palabra me dijiste,
sentí que te apretaba más la tuerca.
No es mucho, pero sí lo suficiente
y no me dormiré sobre laureles,
lucharé por llegar hasta las mieles
y ver que ya las tengo frente a frente.
Te encuentro tan huidiza y reticente,
que a veces nos separa gran distancia,
mas no importa, seré tu penitente
y estaré en permanente vigilancia,
hasta ver que te muestras complaciente
y abandonas por siempre tu arrogancia.