Blanco de nieve, negro de tristeza,
así llega el invierno en esta tierra,
que hasta a sus luces con su llave encierra
impidiendo gozar de su grandeza.
Después llega la bella primavera
y es el verde el color que predomina,
siempre verde el olivo con la encina,
pues sólo verde reina dondequiera.
El verano entrará en color dorado
yendo a engordar al trigo y la cebada,
vendrá después otoño, tan deseado
si viene la estación muy bien cargada
del fruto que con mimo se ha cuidado
en viendo esa labor recompensada.