Llegaron vacaciones en sus fechas
y los niños ya están alborotados,
es la hora de ser recompensados
por tener sus tareas tan bien hechas.
Los padres van pensando si en la playa
o puede que mejor en la montaña,
porque gracias a Dios en esta España
seguro estarán bien donde se vaya.
Las horas de los miedos ya pasaron
y ahora toca ponerse con los juegos,
así que los juguetes que anhelaron
les piden a los padres con sus ruegos
y éstos premian lo mucho que estudiaron,
pues vieron a los libros sus apegos.