Quisiera no mirar a mis adentros
por no ver los torrentes de tristeza
que antaño socavaban mi entereza
y eran causa de muchos desencuentros
que minaban mi vida por entero,
queriendo disponer de un subterfugio
y esconderme en hermético refugio
hasta ver escampar el aguacero.
Hace tiempo pensé que se habían ido
las penas que sufrí hasta el infinito
y en polvo atomizado y esparcido
como queda en la tierra un aerolito,
mas veo que de nuevo me han venido,
así que no me dan el finiquito.