Hay gentes que en la vida tienen tanto
además del dinero que ya tienen,
que igual que si se van o si se vienen
se quedan la limosna y hasta el santo.
Cualquier cosa que digan irá a misa,
cualquier cosa que hagan no digamos,
de todo lo mejor serán los amos
y sin gracia despiertan la sonrisa.
Todo el mundo les hace reverencias
aunque ellos respondan con desdenes
y siempre son seguras referencias;
lo que dicen termina en los amenes
que la gente recita en su presencia
por aquello que vales lo que tienes.